FUCODA: Conflicto en Walqa (Huesca)

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miércoles, 23 de junio de 2010

FUCODA: vulneración, encubrimiento y desilusión


Ilich L. AJATES MECA Diario del AltoAragón 22/06/2010


En el momento en el que se prometió como una fuente estable de empleo y panacea de la situación socioeconómica que vivía la ciudad de Huesca por las administraciones al Centro de Digitalización de Expedientes en Walqa, nadie imaginaría cómo con el paso del tiempo se ha podido comprobar que no fueron más que palabras llenas de vanidad que nunca serían reales. Y esto porque, mientras FUCODA mantenga esta actitud contraria a la que se defendió en la apertura del centro, así como las que la propia empresa defiende como de insertar e incentivar el trabajo estable de cuantas personas en situación de riesgo puedan encontrarse, incluyéndose a gente con minusvalías, y al que contradice constantemente el día a día con medidas con las que se está llevando, como la no renovación de más de quince personas en el último mes de mayo y cuyo goteo incesante de ceses seguirá, hace plantearse dudas sobre las intenciones de la continuidad de la empresa en el proyecto.
Pero FUCODA también obligó a trabajadores a coger vacaciones forzosas por motivos de producción, todo ello motivo de una nefasta organización que, ya anticipado por la plantilla, finalmente se cobró sus consecuencias, con un parón productivo que sigue padeciendo el centro y en el que la nula organización del equipo directivo ha tenido sin duda mucho que ver.
Tampoco hay que dejar de mencionar las más de cien personas que desde el inicio del proyecto han ido saliendo en periodo de prueba, sin apenas haber cumplido dos semanas de contrato en algunos casos, y que han ayudado a sacar los picos de producción mientras a la empresa le interesó mantenerlos.
Pero el gran problema aquí es el encubrimiento al que FUCODA se ampara sin que nadie interceda con efectividad, con políticas de camuflaje en las que por acallar a los trabajadores lanzan como si de un globo sonda se tratase, un plan de incentivos en una empresa que está reduciendo plantilla porque no puede asumir el coste de los trabajadores a los que cesa, y a los que promete que ya volverá a llamar cuando las cosas mejoren (esto desde febrero 2010).
Por eso FUCODA vulnera lo que prometió y la legislación en alguna de sus maniobras empresariales, encubre cuanto hace con estrategias que pretenden camuflar la realidad disimulando una triste realidad para personas que en una situación económica difícil y generalizada tendrán serios apuros para encontrar un nuevo empleo, y por último desilusiona, porque jugando con el escasísimo empleo en la ciudad, advierten que "esto es lo que hay" no dándose cuenta de que para nada es lo que cualquier persona pretende como futuro, y menos con la relación exigencia - retribución.
Los trabajadores merecen algo infinitamente mejor, no promesas sin cumplir llenas de vanidad.

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